viernes, 9 de enero de 2009

SAN PABLO Y EL PADRE KENTENICH


Cuando en la época del régimen nazi el Padre Kentenich fue tomado prisionero y llevado al campo de concentración, el destino de San Pablo fue la clave para comprenderlo, tanto para él como para los suyos.
Desde la prisión mantuvo el contacto y además confió en que este tiempo sería fecundo para los suyos, como San Pablo lo había hecho.
La epístola que San Pablo escribió a los filipenses desde la cárcel cobró un nuevo y actual tono para el Padre Kentenich y sus seguidores y les ayudó a ambos a comprender la voluntad de Dios en esos difíciles momentos. No sin motivo el Padre Kentenich eligió como alias el nombre “Paulus” durante su estadía en Dachau.
No era un nombre elegido casualmente o por gusto, para sortear el control de la censura del correo que hacían la SS y la Gestapo. En ese tiempo las epístolas de San Pablo cobraron una peculiar densidad y cercanía. La escuela del apóstol Pablo tuvo una actualidad sensible y una concreta realidad.
En esta época surgió más y más una profunda vinculación, tal como la que se desarrolló en torno a San Pablo. Él no fue para sus comunidades solamente un maestro y un mediador de conocimientos, sino alguien que se comprometió con ellos como un padre y como una madre. San Pablo conoce la diferencia entre los incontables maestros y los pocos padres en Cristo (Cfr. 1 Corintios 4, 15). Él se sabe padre de sus comunidades. San Pablo se arroga el derecho de sufrir, por los que le están confiados, los dolores de parto de una madre (Cfr. Gálatas 4, 19).
Son muchos los que comprendieron, en torno a la persona de nuestro Padre y Fundador, de qué hablaba San Pablo y cuán en serio se podía tomar su palabra. La vida del propio Fundador y la semejanza de su destino y de su compromiso con el de San Pablo, será para muchos un acceso vivo al gran apóstol ante los 2000 años de su nacimiento, que ahora celebramos.
(De la prédica de Mons. Peter Wolf, en ocasión de la apertura en Schoenstatt, Alemania, del Año Jubilar de San Pablo)

1 comentario:

  1. Excelente publicación. El Padre Kentenich es un profeta. Encontro el Amor de Cristo, lo cautivo. Como a San Pablo lo convirtio.

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